Si ahora la DC monta una pequeña campaña contra los ministros de la Corte de Apelaciones ─por ejemplo, truncando en el Senado la carrera de los jueces del fallo y vetando su acceso a la Corte Suprema─, habrán dañado de un golpe la confianza pública, la independencia del Poder Judicial y la credibilidad de su propio partido.