Marco Tulio Cicerón

Un gran abogado y un gran político, Cicerón fue durante toda su vida un ferviente defensor de la República. Cuando Julio César se coronó dictador, Cicerón se retiró de la vida política, dedicándose de lleno a la filosofía. “Si nadie se sirve de nosotros escribiremos y leeremos sobre la constitución del Estado, y si no pudiéramos en la Curia y el Foro, trataremos de servir a la patria con nuestros escritos y en nuestros libros”.

Alexis de Tocqueville

Jurista, político y pensador francés, Tocqueville es considerado un precursor de la sociología y una de las cumbres del pensamiento liberal. Gran observador de la sociedad de su época, Tocqueville admiraba la democracia americana, sin por eso dejar de advertir sobre sus riesgos y sus difíciles equilibrios. “Para el mundo —escribió Tocqueville— es más fácil aceptar una simple mentira que una verdad compleja”.

Tucídides

Militar e historiador griego, Tucídides es considerado el padre de la historiografía científica. Su obra no se limita a narrar los hechos, sino que busca entender las razones y causas que los produjeron, sin referencia a los dioses. Observó la relación entre las naciones poniendo la mirada en los equilibrios subyacentes de poder, indagando también en las motivaciones de sus líderes. “La mayoría de la gente —pensaba Tucídides— no se molestan en averiguar la verdad, sino que aceptan el primer cuento que escuchan”.

Richard Wagner

Músico alemán y pensador romántico, Wagner revolucionó la historia del arte. Sus obras —cuyos libretos son de autoría suya— contienen profundas reflexiones sobre el amor, la fe, el poder y la justicia. Acabó con los números musicales separados, proponiendo por primera vez una obra dramática musicalmente unitaria. Fue el primero en apagar las luces del teatro, para que las miradas del público estuvieran sobre el escenario y no sobre demás asistentes. Hundió a la orquesta en el foso, para atraer la atención en el escenario y proveer un sonido envolvente. Wagner, en suma, fue un maestro del espectáculo, para quien “la obra de arte es religión representada en vivo”.

Atticus Finch

Abogado criminal y detractor del racismo, Atticus Finch es un personaje de ficción. En efecto, es el protagonista de la novela Matar a un Ruiseñor, de la escritora estadounidense Harper Lee. Finch defiende a Tom Robinson, un joven negro acusado por un agricultor borracho de haber violado a su hija. Atticus logra demostrar que el acusado es inocente, pero igualmente el tribunal lo condena a muerte. Como abogado, Finch encarna la valentía, la entereza moral y la lucha en contra de la injusticia, la ignorancia y el racismo. Sobre todo, Finch es un defensor de la dignidad humana: “dispara a todos los pájaros azules que quieras, si es que les puedes acertar, pero recuerda que es un pecado matar un ruiseñor”.